ESCUCHANDO NUESTRA VOZ INTERIOR. 4to. EJERCICIO



ANOTAR LAS “COINCIDENCIAS”


Cada persona puede conseguir la armonía corporal si presta atención ampliamente a lo que sucede a su alrededor y a observar las “coincidencias”.  Coincidencias entre comillas porque los eventos que realmente revisten importancia y afectan a cada persona no son puramente aleatorios, sino que son eventos con profundas raíces, vinculados entre sí por una red de conexiones invisibles a la vista y al entendimiento, que se van alineando en torno a un propósito. Esta profunda e invisible red de conexiones tan solo puede intuirse y comprenderse con los sentimientos.
«La ley de la sincronicidad» (Carl Jung) afirma que «por más que en un primer momento seamos incapaces de establecer una relación causal entre los sucesos que forman parte de nuestra vida, todo tiene una razón de ser». Es decir, aunque a veces ocurran sucesos que aparentemente no tienen nada que ver con las decisiones y las acciones tomadas en el día a día, tales sucesos están ahí mostrando a cada persona el camino de aprendizaje sobre sí misma y sobre la manera de comprender y de disfrutar la vida.
Si se logra entender la información que llega con los sucesos, se podrá avanzar en dirección a la mejora personal y si los sucesos se repiten, ellos seguramente significaran una clara señal a examinar y seguir.
Cuando uno sigue su impulso, y posteriormente hace una evaluación puramente lógica de tal impulso y evalúa las posibles consecuencias, deberá ser cuidadoso para no exagerar la evaluación y sobrevaluar las consecuencias porque surgirán los conflictos mentales, la tentación de retroceder y de allí la tendencia a enfermarse.






Las acciones que una persona realiza con convencimiento de corazón son una expresión de fidelidad a los impulsos y la guía que la acompañará en su vida. 

Dra.  E. Valencia




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