ESCUCHANDO NUESTRA VOZ INTERIOR. 2do EJERCICIO



HACER CASO A LA VOZ INTERIOR

Somos individuos que viven en sociedad, cada uno con sus propios planes y objetivos de vida más o menos elaborados y por lo tanto en constante interacción con el medio y con otros individuos. Las interacciones diarias suelen ser el origen de conflictos que, a nivel interior individual, pueden provocar bloqueos y a nivel exterior pueden provocar dificultades de relacionamiento.
Frente a bloqueos o dificultades que llegan a manifestarse de forma material, ya sea a través de síntomas en el cuerpo u obstáculos en el entorno familiar, social o laboral, tenemos las opciones de enfrentarlos o ignorarlos.

Si decidimos enfrentarlos, siempre será posible abrir un dialogo con los personajes del entorno involucrados, conversar con ellos y así facilitar la disolución de conflictos y con ello de los obstáculos o síntomas y de esta manera conservaremos la alineación de nuestros centros de energía, previniendo cualquier distorsión mayor.

Pero también podríamos decidir seguir adelante con lo que queremos hacer, sin prestar atención a lo que sentimos, pero seguramente con esta actitud nos perderemos algo importante. Un impulso que sobrepasa lo que es de esperar racionalmente durante la persecución de un objetivo dentro del desarrollo de un plan, es evidencia de que una parte de nosotros no está completamente alineada con el objetivo del plan.




Este segundo ejercicio consiste en la práctica de dejarse llevar por la intuición y aceptar la pulsión interior que en un particular idioma sensorial permite al cuerpo expresarse. Esta actitud de aceptación alineará al cuerpo con los objetivos buscados y así los eventos irán ocurriendo con naturalidad y simplicidad, sin generar conflictos.
Para la mente racional llegar a confiar en la intuición puede representar un camino duro, largo y lleno de dificultades, pero si se hace caso a la “Voz Interior”, paulatinamente se observará como los sucesos son menos conflictivos, discurren cada vez con mayor facilidad y son una expresión de la alineación que se va alcanzando entre las manifestaciones del cuerpo y la acción.
Entonces, se debe estar atento a esa voz interior, especialmente cuando se está tras un objetivo predefinido o en medio de una acción. Si surgen sensaciones o impulsos de hacer algo de manera diferente o de tomar una ruta diferente en dirección a un objetivo, se deben tomar tales sensaciones como “recomendaciones de correcciones” que envía el cuerpo.




Recordar que confiar y seguir esa voz interior produce rápidamente la alineación de nuestro cuerpo con lo que está sucediendo en el momento.

Dra.  E. Valencia 

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